Consagración del País al Sagrado Corazón de Jesús. Medellín, Junio 14 de 2015.
Al terminar la Procesión anual que durante más de 100 años y de manera ininterrumpida se realiza en Medellín con el nombre de "Marcha de la Fe y del Amor", en honor al Sagrado Corazón de Jesús y en acción de gracias por el fin de la Guerra de los 1000 días, a las puertas de la Catedral Basílica Metropolitana de Medellín, se llevó a cabo el Acto de Consagración del País.Tanto la Procesión como la Solemne Eucaristía, fueron presididas por el Señor Arzobispo de Medellín, S.E.R. Mons. Ricardo Tobón Restrepo, en tanto que en el Acto de Consagración se le concedió la palabra al señor Procurador General de la Nación, Dr. Alejandro Ordóñez Maldonado, como suele hacerse cada año en cabeza de una autoridad pública, para que en nombre de la Nación pronunciara la súplica haciendo explícita la consagración del País al Sagrado Corazón de Jesús.
A continuación, el video (en dos partes) que registra el acto de Consagración, pronunciado por el Dr. Alejandro Ordóñez Maldonado, Procurador General de la Nación, a quien agradecemos por haber tomado la vocería, en cabeza del Ministerio Público que representa los legítimos derechos, intereses y anhelos de los colombianos, para consagrar en nombre del mismo Pueblo y Nación a Colombia al Sagrado Corazón de Jesús.
Luego de los videos, podrá leer el texto de la misma Oración de Consagración. Dios escuchará nuestra súplica.
CONSAGRACIÓN DE COLOMBIA AL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS
Medellín, 14 de junio de 2015Por Alejandro Ordóñez Maldonado.
Sagrado Corazón de Jesús:
Postrados a tus pies, oh mi buen Jesús, venimos como antaño a consagrar nuevamente a este tu pueblo colombiano a tu Sacratísimo Corazón. Lo hacemos porque hoy más que nunca, necesitamos de tus gracias y misericordias, de tu luz para disipar las tinieblas que han invadido nuestras almas, de tu dirección para volver por la senda recta de la Verdad, único camino de nuestra salvación y la paz.
Se hace indispensable en estos tiempos volver a renovar la devoción a Vuestro queridísimo Corazón, porque por alejarnos de Él los males abundan en nuestra patria. Se arremete sin medida contra la familia, se profana la vida, la cultura de la muerte se ha enseñoreado de nosotros. Se cierne sobre nuestra nación la corrupción de las costumbres por leyes inicuas. Lo público se ha convertido en presa de algunos intereses mezquinos del poder temporal. Se vierte en todos nosotros el conflicto y la guerra que nos aleja cada vez más del bien común y de la paz.
Perturbados por la abundancia de males, es menester pedir públicamente socorro a Aquél que puede evitarlos. Y ese es tu amadísimo Corazón sobre el que se levanta la cruz, y que brilla con un magnífico resplandor rodeado de llamas. En él debemos poner todas nuestras esperanzas; tenemos que pedirle y esperar de él la salvación de nuestros hombres y de nuestra patria.
Es necesario conducirnos a Vuestro pecho para descansar de las tribulaciones que aquejan a nuestro pueblo. A ese Sagrario de paz para que nos saque del conflicto, así como en otro tiempo lo hiciste para superar la nefasta guerra de los mil días. A ti, Santuario de Divinidad acudimos hoy de rodillas para pedirte nuevamente que broten de tu Corazón las gracias y misericordias infinitas que apacigüen a nuestro pueblo.
Venga a nosotros Tu Reino. Que reine tu Sacratísimo Corazón sobre nuestras almas, sobre nuestras vidas, sobre nuestras familias, sobre la sociedad entera y sobre nuestros gobernantes. Aunque indignos de tal favor, te suplicamos nos concedas tiempos de concordia. Que tu divino Corazón sea la aurora de una paz imperturbable, que la paz que anhelamos tanto nos llegue por los rayos suavísimos de tu Corazón.
Sabemos bien los que aquí postrados te veneramos, que la verdadera paz sólo se alcanza a través del Corazón Augusto del Verbo Encarnado, de Cristo Redentor. Sólo Tú, perfectísimo Rey de reyes eres capaz de calmar a esta nación agitada por incesantes y rudas discordias. Corazón de Jesús Sacramentado escucha nuestras súplicas y haz que brille la verdadera paz como fuente inagotable de todos los bienes.
Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo, danos la Paz.
“Desterrad de los confines de la Patria la impiedad y corrupción, la calamidad y la miseria. Dicte nuestras leyes vuestra Fe; gobierne nuestros tribunales vuestra justicia; sostengan y dirijan a nuestros jefes vuestra clemencia y fortaleza; perfeccione a nuestros Sacerdotes vuestra sabiduría, santidad y celo; convierta a todos los hijos –de Colombia- vuestra Gracia, y corónelos en la Eternidad vuestra Gloria: para que todos los pueblos y naciones de la tierra contemplando, con santa envidia, la verdadera dicha y ventura del nuestro, se acojan a su vez a vuestro amante Corazón, y duerman el sueño tranquilo de la paz que ofrece al mundo esa Fuente pura y Símbolo perfecto de amor y caridad”. (Palabras del presidente Gabriel García Moreno cuando consagró al Ecuador).
Sagrado Corazón de Jesús, En Vos Confío.
Amén.
(Texto facilitado por el Dr. Alejandro Ordóñez Maldonado).